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Lo que abre el amor, que no lo cierre el miedo.


sábado, 23 de enero de 2010

La caricia tardía

"Esto es amor, quien lo probó, lo sabe" (Lope de Vega)

Como en vuelo de pájaro me llegan tus ojos
una tarde perfumada por acacias y nardos
y al tiempo que cae la noche
se me van cayendo las vergüenzas
junto con la ropa.


Y van enredándose tus dedos
cual mariposas entre el negro de mi pelo,
mientras un brazo ávido me arrastra hacia tu cuerpo,
igual que en un paso de baile,
jugando con mi cintura.


Un cuerpo que se estremece en otro que lo desea,
bocas cómplices de besos postergados
para pieles inexploradas
con sed de entregas dilatadas
abandonadas a la concupiscencia.

(Publicado por La Loba en http://lobaygallo.blogspot.com/2010/01/la-caricia-tardia.html el 20/01/2010)

lunes, 18 de enero de 2010

Tu Ser Verdadero


En lo profundo de tu ser está la perfección.
En lo profundo de tu ser está la persona que debes ser.
Tu Ser Verdadero está siempre allí, dentro de ti.
Todos tenemos nuestro “Ser Verdadero”. Todos y cada uno de nosotros.
Tu Ser Verdadero puede estar encerrado.
Pero nunca se puede extinguir por completo.
Siempre anhelas a tu Ser Verdadero.
Ese deseo está en todos nuestros corazones.
Esa es una razón para tener esperanzas.
Y sabes con exactitud cuándo estás en contacto con tu Ser Verdadero
Quizás ayer ocurrió sólo durante diez minutos.
No importa. Lo sabes.
Estuviste en contacto con otro ser humano sin temor alguno.
Estuviste en contacto contigo mismo, como debes ser.
Fue un momento de felicidad, poder y presencia total.
Fue como bailar con “lo mejor de ti mismo”

sábado, 16 de enero de 2010

Desvelos

Fotografía: Carina Felice

"Yo no soy el cuerpo, no soy mis emociones, no soy mis pensamientos. Soy el testigo que lo observa todo, y nada de ello es la realidad".

José Saramago escribió un libro titulado “Ensayo sobre la ceguera” que, si bien, está catalogado como un libro de ficción, creo que no difiere mucho de la realidad.
Cuando uno no ve es porque le falta luz y yo sospecho que la humanidad padece una epidemia de ceguera muy particular. Es como si la mayoría de las personas fueran errantes y a ciegas, a pesar de que en el cielo brille un sol espléndido, porque su propia vida está cubierta por oscuras nubes que no dejan pasar la claridad. Seres cuyos ojos están cubiertos por un suave velo de ignorancia.
Los velos son las ilusiones, es decir, lo que a mí me gustaría que fuera que, lamentablemente, muchas veces dista mucho de lo que es o de lo que podría ser.
Pero no hay que confundir ilusión con sueños… no. Son dos cosas completamente diferentes. Los sueños podrían compararse a los deseos y estos son el motor que nos va empujando hacia adelante. Pero, entre éstos y las posibilidades reales de concretarlos, es en donde aparecen las ilusiones. Capas y capas de velos que nos impiden ver las cosas tal y como son.
Creemos saber la verdad, creemos verla, afirmamos, sentenciamos y en base a ello, actuamos y, apoyados en nuestra ignorancia, avanzamos inexorablemente hacia el abismo del infierno.
Dice Daisaku Ikeda: “La mayoría de las personas no se cuestionan si la esencia de sus creencias son buenas o malas y ahí mismo está la raíz de la infelicidad”. Cada uno de nosotros poseemos nuestros propios velos, nuestras propias ilusiones. A veces llegamos a ser conscientes de ellos pero, por costumbre, por tendencias difíciles de erradicar, no queremos verlos. Y, a su vez, es a través de esos mismos velos que miramos a los demás y la diferencia es tan grande como ver un paisaje alumbrado por la luz de la luna y el mismo paisaje iluminado por la luz del sol.
Pero si somos capaces de cuestionarnos, si somos capaces de creer que es posible que exista otra realidad que no es a la que estamos acostumbrados, la que nos enseñaron, la que aprendimos, puede que, con las preguntas, vayamos quitando uno a uno, los velos que no nos dejan ver las cosas tal cual son. Y puede, también, que, de tanto buscar las respuestas, un día nos despertemos y digamos “eureka”, pero si esto era así ¿cómo no lo había visto antes?
No lo había visto antes porque no quería, porque cuestionar el suelo que estamos pisando, aunque éste esté a punto de derrumbarse, da miedo. Da miedo porque, como no sabemos, pensamos que debajo de ese suelo puede que no haya nada, que no exista otro. Sí, también se puede pensar que, tal vez, exista otro y sea mejor, pero… ¿y si no lo es? Y comenzamos a construir excusas para esconder el temor y tapar la ignorancia. Y, como dice Alan Watts: “Se puede ir construyendo algo cada vez más alto, pero pronto olvidaremos donde empezamos, para a continuación ver que, en realidad, siempre estamos en el mismo sitio; siempre esperando algo, siempre pensando que será la próxima vez. Esto es, claro está, una ilusión eterna”… Y agrega: “Somos seres que existen bajo condiciones de ilusión, que imaginan controlar su propio destino, que piensan que son capaces de mejorarse, y en virtud de dicha ilusión se destruyen rápidamente de una forma interesante. Supongamos que eso es lo que somos, pero todavía estamos en la cuestión de que gastamos una enorme cantidad de energía en hacer cosas que no pueden hacerse. Si lo encuentran frustrante, si realmente no les gusta, no tienen que hacerlo; pueden parar. Resulta una interesante paradoja el que cuando paramos de hacer lo que no puede hacerse, nos sentimos más felices y con más energía.”
¡Y es verdad! Cuando paramos de hacer lo que no puede hacerse y que nos empeñábamos en hacer que sucediera, nos sentimos mas libres y empezamos a tomar conciencia de que las causas esenciales de nuestros problemas radican en nuestra propia vida, dentro de nosotros. Y eso nos libera, porque podemos aliviar nosotros mismos nuestros sufrimientos, asumiendo la total responsabilidad sobre ellos. Porque cuando uno descubre que, de esta manera, puede decidir sobre su propio destino, es cuando encuentra la tan ansiada luz al final del túnel que es la que le va a permitir ver a través del velo de la ilusión.
Uno mismo lo sabe, uno mismo puede reconocer sus propios velos o buscar a alguien para que no lo deje dormirse en el sueño de la ilusión.
En este caso, a mi me desvelaste tú…

Publicado por la Loba en http://lobaygallo.blogspot.com/ el 15/01/10


lunes, 11 de enero de 2010

¡Queda prohibido!



Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber que hacer,
tener miedo a tus recuerdos.
Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.
Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor.
Queda prohibido dejar a tus amigos,
no intentar comprender lo que vivieron juntos,
llamarles solo cuando los necesitas.
Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que no te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere.
Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
no vivir cada día como si fuera un ultimo suspiro.
Queda prohibido echar a alguien de menos sin
alegrarte, olvidar sus ojos, su risa,
todo porque sus caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.
Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen mas que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.
Queda prohibido no crear tu historia,
no tener un momento para la gente que te necesita,
no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita.
Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti este mundo no sería igual.

Pablo Neruda (Poeta chileno)

domingo, 10 de enero de 2010

Los encuentros no son casuales (Parte III)



UNA VERDAD ABSOLUTA
Recuérdate a ti mismo, una y otra vez, lo siguiente:
Soy el único responsable por la forma en que elijo interpretar lo que veo.
Yo soy responsable por la forma en que elijo interpretar lo que veo. Eso es obvio. Nadie más que yo es responsable por la forma en que elijo interpretar lo que veo.
Ejemplo: Estás en una reunión de trabajo y tienes la palabra. De pronto observas que uno de los presentes bosteza. La interpretación que elijas hacer de esa situación depende de ti. Si tu confianza en ti mismo es escasa, es probable que, de inmediato, elijas interpretar el bostezo como una expresión de poca estima hacia tu persona. Quizás te pongas nervioso y pienses: “¡No soy muy bueno! ¡No soy lo suficientemente bueno!”
Interpretas el bostezo como un ataque contra ti.
Te conviertes en una víctima de tu propia interpretación de la realidad. Sin saber nada sobre la persona que bostezó, o cómo pasó la noche, permites que determine tus sentimientos.
Recuérdate a ti mismo con frecuencia lo siguiente:
La realidad y mi concepción de la realidad no son idénticas.

Hay otras formas de ver y de interpretar. Si te sientes bien, tienes una buena imagen de ti mismo y confías en ti, puedes elegir ver las cosas de otra manera. Probablemente pienses: “Quizás pasó la noche sin dormir. ¡Qué esfuerzo hizo para venir!” O: “Alguien está bostezando. Tal vez el aire esté un poco viciado”. Tienes distintas opciones para elegir. Advertirás que cada elección que haces pone en evidencia cómo te valoras a ti mismo.
¡Cada elección que haces es una evaluación de ti mismo!

Piensa con frecuencia lo siguiente:
Soy el único responsable por la forma en que elijo interpretar lo que veo.

“NO SABES”
Lee lo siguiente y piensa en ello:
En Estados Unidos se realizó una investigación sociológica con un grupo de niños de tres años de edad. A cada uno de ellos se lo equipó con un grabador en funcionamiento durante horas. En un período de dos semanas se grabaron todos los mensajes audibles. Luego se recogieron todos los casetes y los investigadores comenzaron a analizar y clasificar los mensajes que habían recibido los niños. Descubrieron que el 85% de los mensajes contenían las palabras: “basta”, “no” o “deja de...”. Pero sobre todo el 85% de los mensajes contenían la siguiente evaluación fundamental: “No eres lo suficientemente bueno. Algo te falla. No eres lo suficientemente bueno. No sabes”.
Es bueno que nos demos cuenta: a muchos de nosotros se nos grabó esta “ley personal”, en mayor o menor grado, de miles de maneras distintas, y esta ley personal (que es una mentira) es la razón por la que, a menudo, interpretamos mal la realidad. Nos formamos de ella una impresión falsa.
Es muy probable que leer esto resulte bastante difícil. Nos hace notar que no siempre hemos sido “los mejores del mundo” con los niños. Hace surgir sentimientos de culpa. De hecho, tal vez sientas deseos de arrojar este libro a la basura.
En ese caso, prueba con este divertido pensamiento:
Lo único que se puede decir del pasado es que ya no existe.
¡Nunca es demasiado tarde para un nuevo intento! Estamos aquí para aprender.


Extracto del libro "Los encuentros no son casuales" de Kay Pollac

sábado, 9 de enero de 2010

Visita


Gracias Daniela!


No estoy.
No la conozco.
No quiero conocerla.
Me repugna lo hueco,
la afición al misterio,
el culto a la ceniza,
a cuanto se disgrega.
Jamás he mantenido contacto con lo inerte.
Si de algo he renegado es de la indiferencia.
No aspiro a transmutarme,
ni me tienta el reposo.
Todavía me intrigan el absurdo, la gracia.
No estoy para lo inmóvil,
para lo inhabitado.


Cuando venga a buscarme,
diganle:"se ha mudado".


OLIVERIO GIRONDO

(1891-1967 Destacado poeta argetino.)



Los encuentros no son casuales (Parte II)


PROYECCIÓN
En lugar de vernos a nosotros mismos, a menudo culpamos a los demás.
A esto se lo llama proyección. Proyectamos en los otros los problemas que tenemos en nuestro interior. Transferimos nuestros propios problemas a alguien inocente y, al hacerlo, evitamos mirarnos a nosotros mismos. Todos hemos hecho esto ante situaciones difíciles. Y todos nos hemos visto sometidos, en mayor o menor medida, a la proyección de los adultos cuando éramos niños.
Por ejemplo, cuando un adulto se encuentra presionado por sus propios problemas, es posible que un niño oiga lo siguiente: “¡Hoy estás insoportable!, ¡Deja de molestar!”.
Este es un ejemplo de proyección: transferir tu problema propio a alguien que es completamente inocente.
Fue así como nos trataron a muchos cuando éramos niños. Los adultos nos hacían cargar con sus propios problemas. De esa manera. La mayoría aprendimos cuán simple puede ser “resolver” los problemas de la vida: culpando a otra persona por los nuestros. Este método, por supuesto, no es precisamente constructivo.
Intenta encontrar la forma de hablar francamente sobre las proyecciones con tus amigos y compañeros.
¿Qué deberías hacer cuando te das cuanta que estás proyectando?
El primer paso, por cierto, ¡ya lo has dado! El primer paso es ver y saber qué estás proyectando.
El próximo paso para romper con el esquema lo puedes encontrar en el paso siguiente.

UN CONOCIMIENTO INTERIOR PODEROSO
La razón de mi disgusto no es la que pienso que es.
Seguramente, en ocasiones te sientes disgustado, alterado e irritado. La próxima vez que te sientas disgustado, enojado, alterado o irritado con respecto a alguien de tu entorno, toma distancia y di para tus adentros:
La razón de mi disgusto no es la que pienso que es. (Concepto extraído del libro A Course in Miracles)

A veces es difícil darse cuenta de ello. Nos enseñan a pensar que son “ellos” los que hacen que nos sintamos como nos sentimos.
En verdad no queremos vernos a nosotros mismos como co-creadores de lo que está ocurriendo - co-creadores y responsables - porque estamos alterados, irritados y nos sentimos mal. ¡No queremos encontrar la razón de nuestra irritación en nuestro interior! Es más fácil pensar y creer que si “ellos” fueran distintos, todo andaría mejor. Es más fácil echarle la culpa a los demás (proyección)
Por lo tanto, haz el intento. La próxima vez que te sientas disgustado, furioso, alterado o irritado con respecto a alguien, trata de pensar lo siguiente:
La razón de mi disgusto no es la que pienso que es.
Esta sentencia actúa como una llave. Te da la posibilidad de verte a ti mismo en lugar de culpar a los demás.
Una vez que hayas encontrado un ejemplo de esa situación - y de verdad sientas que viene al caso - , pronto encontrarás muchos ejemplos más...
Cuando, de tanto en tanto, te des cuenta de ello, harás enormes progresos en tu desarrollo personal y te sentirás mucho mejor. ¡Encuentra ejemplos en tu propia vida!

Extracto del libro "Los encuentros no son casuales" de Kay Pollac

jueves, 7 de enero de 2010

Los encuentros no son casuales (Parte I)



ENCUÉNTRATE EN TU PRÓJIMO
Todo aquel al que conozco es mi maestro
He descubierto que ésta es una verdad absoluta.
Tengo algo que aprender de cada persona que conozco.
¿Puedes señalar a una sola persona que conozcas de la que no tengas nada que aprender?
En mis relaciones con los demás este punto de vista básico es liberador. ¡Tengo algo que aprender de cada encuentro con otra persona!
Con esta actitud, cada encuentro se vuelve más apasionante, gratificante y placentero para ambos.
Haz la prueba de leer de vez en cuando, en voz baja, este pensamiento:
Tengo algo que aprender de cada encuentro con otra persona.

Un pensamiento fascinante
Imagina que ningún encuentro es casual.
¡Imagina que todo aquel al que encuentras es enviado con un propósito!
La primera vez que me topé con esta idea mi reacción fue de duda. “Imposible”, pensé. “¿Quién podría concertar todos esos encuentros?” Pero gradualmente comencé a poner a prueba esa idea y, de una manera notable y tangible, se me volvió más gratificante empezar a andar por la vida con ese pensamiento. Una gran cantidad de encuentros, tanto con conocidos como con extraños, se tornaron más fascinantes para mí. ¡A veces casi embriagadores! No puedo decir que lo pienso permanentemente, pero:
Sólo imagina que todo aquel al que encuentras es enviado con un propósito.
Comienzo a pensar y a creer que es así. La vida se hace más divertida y cobra sentido con ese pensamiento.
Si miras hacia el pasado, verás que cada persona que conociste - todas y cada una de ellas - ha contribuido con lo suyo para que te hayas convertido exactamente en quien eres hoy. Nadie ha tenido tanta importancia en tu vida como aquellos con los que te encontraste de distintas maneras. Sólo ellos y nadie más.
¿Por qué no intentas pensarlo? Tómalo con calma. Vive con ese pensamiento por un rato.
Sólo imagina... Todo aquel al que encuentro es enviado con un propósito.
Lee con cuidado: Puedo aprender de los demás y voy a hacerlo.
Todos han sido enviados a mí para que practique.


Extracto del libro "Los encuentros no son casuales" de Kay Pollac

miércoles, 6 de enero de 2010

Las nueve revelaciones



Las Nueve revelaciones nos hablan del cambio que ya se está produciendo en la sociedad humana.
El primer signo de que estamos despertando a una llamada interior es un marcado sentido de inquietud, una sensación de que algo falta, algo que esta mas allá de los placeres materiales, románticos y sociales.
Cuantos mas seamos los que tomemos conciencia de este movimiento misterioso en nuestras vidas, mas rápido descubriremos ese ¡algo más!

1ª Revelación. La Masa Crítica
La cultura humana está recibiendo los efectos de un nuevo despertar espiritual. Un despertar que se origina en una masa crítica de individuos que experimentan su vida como una evolución espiritual, un viaje en el que etapa, por etapa, se evoluciona coincidiendo con la aparición de misteriosas coincidencias.
2ª Revelación. Un presente más largo
Este despertar del que habla la primera revelación comporta la creación de una nueva y más compleja concepción del mundo. El estar atento a las coincidencias, a los hechos sincronísticos, nos abre al propósito real de la vida humana sobre la tierra a la naturaleza real de nuestro universo.
3ª Revelación. El problema de la energía
Vivimos en un universo formado por energía dinámica. Todos nosotros y las cosas de nuestro entorno son pura energía, que podemos sentir e intuir. Es más, si somos capaces de concentrarnos en la dirección deseada podemos proyectar nuestra energía, es decir, podemos influir en otros sistemas de energía e incrementar en nuestra vida la posibilidad de recibir coincidencias.
4ª Revelación. La Lucha del poder
cuando el ser humano rompe la conexión que le une con la energía del universo, que es la fuente principal de esta energía, nos sentimos débiles e inseguros. Entonces tendemos a obtener energía, que nos hace falta de las otras personas de nuestro entorno. Adoptemos un rol manipulador que nos permite abosrber la energía de los dos otros. Esta competencia por la energía es la fuente de todos los conflictos entre las personas.
5ª Revelación. El mensaje de los místicos.
Si somos capaces de conectar internamente con la energía de nuestro entorno, la energía del universo, veremos como la inseguridad y la violencia desapareceran para siempre. Sabremos que hemos llegado a esta conexión si tenemos un sentimiento de optimismo confiado y una continua sensación de amor.
6ª Revelación. Clarificar el pasado
La tendencia a obtener energía de los otros, que comenta la cuarta revelación, la aprendemos desde pequeños, es un hábito que desarrollamos con nosotros. En el momento que analizamos este hábito y tomamos conciencia de nuestra forma propia e individual de ejercer el control sobre los demás, descubrimos nuestra personalidad más elevada, más noble, nuestra identidad más evolutiva.
7ª Revelación. Unirse al flujo
La evolución personal nos ha de llevar a conocer nuestra misión personal, y esto intensifica el flujo de coincidencias que nos guían hacia nuestro destino. Los sueños y las intuiciones nos conducen a las respuestas de las preguntas que nos planteamos. En este estadio de nuestra evolución tenemos que estar atentos a las coincidencias, a los procesos de sincronicidad.
8ª Revelación. La ética interpersonal
La octava revelación habla de como aprendemos los seres humanos a relacionarnos los unos con los otros y como proyectar la energía, a los demás y evitar la adicción a las personas. Incide en que establecer una relación dependiente con otra persona nos lleva a perder la conexión con la energía del universo porque tendemos a destinar toda la atención hacia aquella persona.
9ª Revelación. la cultura emergente
A medida que evolucionamos hacia la realización de nuestras misiones espirituales, los medios tecnologicos de supervivencia se automatizarán completemente y los seres humanos se concentrarán totalmente en estados sincronísticos de energía. Esto nos hará mas espirituales y cerrará el circulo de nacimiento y muerte.

Del libro Las Nueve Revelaciones (James Redfield)
El autor huye en todo momento de caer en lo que podriamos denominar un sectarismo o incitar a una nueva religión concreta. El objetivo final es guiar la evolucion personal de cada uno, y en esta evolucion tiene cabida practicas de las diferentes religiones como la cristiana, la budista, la hinduista, etc. La meditación, la visualización son herramientas muy importantes en el desarrollo personal e individual de cada persona.

martes, 5 de enero de 2010

La Ley del Reflejo



La Tierra es un lugar prodigioso para aprender, donde constantemente te están dando una oportunidad para que te observes en un espejo. Toda persona y situación de tu vida es un reflejo de un aspecto tuyo. Como es dentro, así es afuera. Podemos protestar por ello o negarlo. Pero la Ley espiritual del Reflejo nos recuerda que cambiemos lo que tengamos que cambiar.
Cuando te miras al espejo y ves que tu aspecto no te gusta, no intentas cambiar el reflejo.
Cuando hay algo en tu vida que no te gusta puedes, por supuesto, invertir tiempo y energía intentando arreglar o cambiar a la otra persona. Si haces esto estarás intentando cambiar el reflejo. Es una forma de negación. A quienes hacen esto se les llama “rescatadores”. Prefieren pasar el tiempo cambiando el reflejo que trabajando con ellas mismas. Cuando comprendas esta Ley, nunca más volverás a intentar que otra persona sea diferente para que tú te sientas cómodo. Observarás lo exterior y cambiarás tu interior.
Esas personas que te rodean y que no te gustan te están mostrando aspectos de ti mismo con los cuales no te sientes a gusto. Si tienes un amigo que parece ser muy insensible, pregúntate que parte de tu corazón está endurecida. Si tu hijo se muestra hostil, mira hacia tu interior y encuentra tu propia irritación.
Si alguien de tu vida posee un atributo que genuinamente no te molesta, no te estará reflejando, ni tan siquiera lo notarás.

Cuanto más te moleste una característica de una persona, más está en tu alma intentando atraer un reflejo a tu atención.

Todas las personas que realmente te gustan están reflejando aspectos de ti mismo con los que te sientes cómodo. Piensa en alguien que te guste, respetes o admires. Piensa en las cualidades que te gustan de él. Esas cualidades están presentes en cierto grado en tu interior. El espejo mágico del Universo te está mostrando una parte hermosa de ti con la que puede que no estés conectado. Practica esas cualidades para afianzarlas y mas personas con esas características entrarán en tu vida.
Si realmente el Universo desea atraer tu atención hacia algo te dará tres espejos en los que puedas mirarte simultáneamente.
Todo es un reflejo.
El agua refleja lo que les está ocurriendo a tus emociones o a tu espiritualidad. Si tus emociones “tienen goteras”, tienes emociones que no has expresado y puede que tus grifos y tus radiadores goteen. Los ríos, lagos y mares representan la fuerza vital emocional y espiritual de una zona determinada. ¿Te atrae el océano turbulento o el lago tranquilo? Recuerda también que el agua, simbólicamente, limpia y purifica.
El fuego es caliente y luminoso. El fuego del campamento o el de una chimenea pueden indicar un centro que está en paz. Un incendio de grandes proporciones y fuera de control refleja la rabia y la hostilidad de todos aquellos afectados por él. El fuego también es un gran transmutador de energía negativa.
La tierra es sólida pero puede resultar sofocante y aburrida. Si te estancas en el barro, se te está mostrando algo acerca de tu vida. Un terremoto te dice que los cimientos de tu vida, que pensabas que eran seguros, no lo son. De la tierra sale la nueva vida.
El aire tiene una fantástica energía. Representa la comunicación y las nuevas ideas. Si estás sentado en una corriente de aire y te molesta, puede que lo que te moleste sea la comunicación de alguna persona. Un huracán se lleva volando las viejas formas de pensamiento de un lugar y anuncia lo nuevo. También se lleva las telarañas.
Cada pieza de tu coche representa algún aspecto tuyo. Si le fallan los frenos puede que sea un aviso para que dejes de hacer algo que estás haciendo. La luces no funcionan ¿puedes ver a dónde te diriges en la vida? La pintura está dañada ¿no será hora de que hables en tu defensa? Un pinchazo ¿alguna persona te está decepcionando? ¿te estás infravalorando o no tienes suficiente apoyo?
Si no puedes descifrar qué te está indicando el reflejo, piensa cuál es la función que realiza esa pieza.
Sea lo que sea que llega a tu vida, mírate en su espejo y examina lo que tiene para enseñarte. Una vez comprendemos esto podremos aumentar nuestro crecimiento espiritual observando lo que la vida nos está diciendo.
Hay dos formas de interpretar lo que vemos en un espejo. Una es pensar que estás viendo un reflejo. La otra es pensar que estás viendo un aspecto que has atraído hacia ti. Para detectar una proyección, habla sobre la persona o la situación, se consciente de cómo te hace sentir: Por ejemplo: “Me exasperas”. Mira hacia adentro y encuentra tu parte exasperante.

Nunca intentes cambiar a otra persona, porque está reflejándote a ti. Dirige tu mirada a tu interior y cámbiate a ti mismo.

(Extracto del libro de Diana Cooper "Las 36 leyes espirituales de la vida")

lunes, 4 de enero de 2010

Mujeres del mundo: uníos


Arriba mujeres del mundo
La buena niña
Y la buena para el leseo
Las hermanitas de los pobres y amiguitas de los ricos
La galla chora y la mosca muerta
La galla hueca y el medio pollo
La cabra lesa y la cabra chica metida a grande
Canchera la cabra
Y la que volvió al redil
La que se echa una canita al aire
La que cayó en cana o al litro
Y la caída del catre
Las penelopes
Matas haris y juanas de arco
La que tiene las hechas y las sospechas
La que se mete a monja
O en camisas de once varas.
La mina loca la mina rica
Pedazo de mina
La que no tenga perro que le ladre
Y la que "tenga un bacán que la acamale"
Arriba las mujeres del mundo
La comadre que saca los choros del canasto
Los pies del plato
Y las castañas con la mano del gato
Las damas de blanco azul y rojo
Las de morado
Las damas juanas y damiselas
Todas las damas y las nunca tanto
La liviana de cascos
Y la pesada de sangre
La tonta que se pasó de viva y la tonta morales
La que se hace la tonta si le conviene
La que no sabe nada de nada
Y esa que se las sabe por libro
La madre del año arriba,
Madre hay una sola
Y las que se salieron de madre
Arriba mujeres del mundo:
La cabra que canta pidiendo limosna
La que como le cantan baila
Y la que no canto ni en la parrilla
Arriba todas las que tengan
Vela en este entierro
La que pasa la lista
Y la que se pasa de lista
La aparecida y la desaparecida
La que se ríe en la fila
Y la que ríe último ríe mejor:
La natasha la eliana la pía
La paz la anamaría la lila
La angelina y la cristina
La que anda revolviendo el gallinero
La que pasa pellejerías
Y la que no arriesga el pellejo
La dejada por el tren
O por la mano de Dios.
Que se alcen las mujeres con valor
las pierdeteuna
y las que se las ha perdido todas
la percanta que se pasa para la punta
y esa que apuntan con los fusiles.

(Teresa Calderón, 1955. Poetisa chilena)

La Loba, el Gallo y los laberintos


La Loba y el Gallo han creado juntos La Loba, el Gallo y los laberintos para perderse en los laberintos de sus similitudes y diferencias.
Un espacio en el que, después de veinte años, se desnudan y se visten de palabras, calladas, ahogadas, insinuadas y guardadas y que, ahora por fin, tienen un espacio y un tiempo propios para salir a la luz.
"Durante más de 20 años hemos recorrido estos caminos casi sin cruzarnos... Desde el polo sur, donde nacimos, todo primer paso adelante, indefectiblemente es norte...pero el segundo...ahh...el segundo nos condena al extravío..." dice el Gallo.
"Él desde un extremo y ella desde el otro, decidieron adentrarse en el laberinto que se forma entre el recuerdo y las vivencias, para encontrarse a mitad del recorrido y volver." dice la Loba.
Un espacio creado por la Maga Viajera y Horacio Oliveira que os invita a saltar de la Rayuela al Laberinto.
¡Estáis invitados!


sábado, 2 de enero de 2010

Aprendizaje



Estoy aprendiendo...

Que todas las personas que se cruzan en mi camino son mi "maestro" y que han sido puestos ahí, y de esa forma, para que yo pueda "ver" en mi interior lo que debo transformar.

Y estoy aprendiendo...

A agradecerles su enseñanza, sin albergar los rencores que nos anclan en la oscuridad de nuestra propia vida.

Y sigo aprendiendo...

A observar y callar, y a no querer ser juez del proceder ajeno, ni siquiera del mío.

Aprendo...

Que cada uno elije cómo y de qué manera escribir su historia personal.

Voy aprendiendo...

A considerar mis tiempos y los de los demás.

Y así aprendo...

A amarme, a valorar y atesorar mi propia vida y a hacerme respetar.

Y aún aprendo más...

Al distanciarme del miedo que se opone al amor universal que todo lo puede.

Entre victoria y derrota elijo la victoria, porque prefiero la felicidad para mi vida y, de esa forma, trasmitirla a los demás.

Escojo la gratitud como punto de partida para mi aprendizaje.

No puedo más que agradacer a cada ser y al cúmulo de situaciones que se me presentan, por ayudarme a transformar mi fangoso estanque en un jardín con millones de lotos.


viernes, 1 de enero de 2010

La Iluminación (Jobutsu)



Estado donde se manifiesta una vida rica, radiante de misericordia y sabiduría.

La clave de la felicidad absoluta yace en el propio corazón.

La iluminación significa revelar un estado de vida enérgico, puro e inquebrantable. Manifestar el estado de Buda en la vida cotidiana presente.
Generalmente en Japón, la palabra “iluminación (jobutsu)” tiende a captar un sentido de sermón distante de la vida real y cotidiana. Es decir, se ha propagado profundamente entre el pueblo japonés la vieja idea de que morir es en sí mismo la iluminación u obtener el estado de Buda. Pero tal idea desfigura el sentido original de la palabra iluminación y constituye un factor negativo al impedir el entendimiento del profundo significado del propio Budismo.
Este término, se escribe jobutsu en japonés. “Butsu”, significa “Buda” y quiere decir “persona que descubrió la verdad absoluta o alcanzó la Ley Fundamental que traspasa el universo y la vida”. Esta persona, o sea un Buda, es aquel que manifiesta el estado vital de la dicha firme que no es derrumbado por nada y por nadie. Aunque no se puede expresar el aspecto integral con palabras, es el estado ideal donde se obtiene la misericordia y la sabiduría, una vida rica, pura y llena de buena fortuna.
Ésta no se podrá lograr luego de la muerte, además, será mucho más deseable concretarla en la actualidad, antes de ser un cuerpo inanimado. Naturalmente uno que ha construido tal estado de vida, también mostrará la figura propia de un Buda al concluir su vida; y por ende, será razonable denominarlo “estado de iluminación”. Sin embargo, sería imposible que un mortal común que vive vacilando como si estuviera andando por un camino a tientas en una noche oscura, transforme su estado actual por el de Buda descubriendo la verdad absoluta de un día para el otro, como nos referimos al comienzo, luego de la muerte. Por eso se entenderá que la teoría de que la muerte en sí sea la “iluminación” es una mera consolación. Por decirlo así, es una especie de consolación a los difuntos. No es necesario que se niegue la elegancia característica de los japoneses que se ve en ese temperamento tradicional; pero no será una razón para aclarar el sentido original de esta palabra.
Al considerar la acepción de “iluminación”, no nos debemos olvidar que el budismo es originalmente una religión expuesta para que un ser humano pueda vivir mejor en esta existencia. ¿Cómo podremos conducir a la gente que vive vacilando por las penas y los sufrimientos hacia un estado vital de felicidad sólida? ¡Desde este punto es de donde partió el budismo!
Esta doctrina ofrece a todo ser humano, que está viviendo en el mundo real, la luz de la filosofía y la práctica para establecer esta dicha. Es decir, el budismo es una filosofía de vida que aclara la verdad de que todas las personas, sin excepción, tienen en su propia vida la energía para vencer cualquier desgracia. A esta energía, que constituye una fuente para derrotar todas las desgracias y establecer la felicidad absoluta, se la llama “Budeidad”, o “naturaleza del Buda”.
La Budeidad se encuentra en cualquier persona sin excepción, y precisamente es la misma primera semilla que hizo que todos los Budas de las diez direcciones y tres existencias llegasen al estado de iluminación. Por lo tanto, aunque sea una expresión difícil, el budismo enseña que reconocer esa semilla original también es “lograr la iluminación”.
La palabra japonesa “jobutsu”, literalmente significa “lograr ser un Buda”. Por eso, esta palabra tiende a dar una impresión de que el estado vital de Buda se halla muy lejos y que hay que acercarse allí. Sin embargo, ya sabemos bien que la posibilidad de la iluminación existe en nuestro interior. Por eso la iluminación no es otra cosa que revelar esa posibilidad inherente que poseemos en el interior. Por lo tanto la acepción verdadera de iluminación es manifestar la Budeidad.
Se podría decir que la grandeza de la filosofía budista existe en encontrar la causa original de la felicidad en la vida propia. Si pensamos que la clave de la dicha está lejos de uno mismo, solemos mirar hacia el exterior, cada vez más hacia afuera y si tardamos en conseguirla, nuestra mirada tenderá a transformarse en una mirada de rencor, pudiendo caer en una forma de vida irresponsable y fea echándole la culpa de nuestras desgracias y de las de todo el mundo a otra persona o a otros factores.
Uno no puede establecer una manera de vida fuerte, fresca y sin rencor a nadie, hasta que se entera de que la clave de la felicidad se halla en sí mismo. Entonces, ¿qué práctica se requiere para que uno pueda revelar el estado vital de Buda? El Daishonin enseña que hay que realizar un intercambio de vida con un “estado de Buda ya manifestado”. Por ello, inscribe el Dai- Gohonzon transfiriendo toda su esencia, “su estado de Buda”, e indica que si uno invoca Nam-myoho-renge-kyo con fe en el Gohonzon, la Budeidad, que duerme en nuestra propia vida, despertará rompiendo el caparazón de ese estado de vida bajo que poseemos como mortales comunes y entonces se revelará la naturaleza de Buda fuerte y pura.
Este estado de Buda no es solamente algo parcial como conseguir riquezas materiales o estabilidad espiritual, sino un sentimiento lleno de vitalidad enriquecedora de la vida. Es así, que podremos soportar cualquier tempestad, disfrutar de todo, y desarrollar una vida enérgica.



Otro sueño errante




No le lloro a lo que fue

sí a lo que pudo haber sido

sabiendo su sinsentido

al futuro me aferré.



Me enamoré de mi sueño

y de cien promesas vanas

que me quitaron las ganas

de volver a tener dueño.



Ni vergüenza de sentir

ni miedo de que me duela

porque no hay mejor escuela

que la que te da el vivir.



Pero no me rendiré

volverá otro sueño errante

me llevará por delante

y también lo viviré.



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