Soy el dueño de mis elecciones y de mis acciones.
Soy el que elige el modo de utilizar mi tiempo.
Soy el dueño del nivel de conciencia que aplico a mi trabajo.
Soy el dueño del cuidado o la falta de cuidado con que trato a mi cuerpo.
Soy el dueño e mantener relaciones que decido entablar o en las que elijo permanecer.
Soy el que elige cómo tratar a los demás.
Soy el dueño del significado que doy o que dejo de dar a mi existencia.
Soy el dueño y el autor de mi felicidad.
Soy el dueño de mi vida en lo material, en lo emocional y en lo espiritual.