Un domingo gris, un árbol caído, un verano extraño. Un calor arrasante y un frío silencioso al volver a abrir los ojos, como un viaje en el tiempo que salta de una estación a otra.
Me recuerda a las tardes en casa de mis abuelos, en las que me gustaba sentir el rumor de las charlas de los adultos a la hora del café, cuando ya podía levantarme de la mesa para jugar.
¿Dónde quedó toda esa gente? El tiempo fue dispersando a la familia y la mitad ya están muertos.
Las familias ya no poseen el arraigo de entonces. Antes, el secreto escondido era saber que cada uno de esos personajes siempre estaría allí; ahora, el secreto es saber que, en cualquier momento, cualquiera puede dejar de formar parte de la obra. Todo se ha vuelto más efímero, más inestable. El amor se volvió perecedero y los contratos son por obra. La palabra "indefinido" asusta y el miedo ganó el terreno de los afectos.
Me recuerda a las tardes en casa de mis abuelos, en las que me gustaba sentir el rumor de las charlas de los adultos a la hora del café, cuando ya podía levantarme de la mesa para jugar.
¿Dónde quedó toda esa gente? El tiempo fue dispersando a la familia y la mitad ya están muertos.
Las familias ya no poseen el arraigo de entonces. Antes, el secreto escondido era saber que cada uno de esos personajes siempre estaría allí; ahora, el secreto es saber que, en cualquier momento, cualquiera puede dejar de formar parte de la obra. Todo se ha vuelto más efímero, más inestable. El amor se volvió perecedero y los contratos son por obra. La palabra "indefinido" asusta y el miedo ganó el terreno de los afectos.
4 comentarios:
Yo por suerte tengo una familia política que sigue reuniéndose muchos domingos alrededor de una enorme mesa. Y afortunadamente cada vez somos más y no menos los que la conformamos. A mi también me encantan estas reuniones, ojalá no se pierdan nunca.
Un besote
Todo es efímero. Ojalá pudiéramos conservar a nuestro lado tanta gente, tantas cosas que son nuestro refugio. Pero todo, también nosotros, dejaremos de estar.
Hola,
Nostalgia. A eso se le llama nostalgia. Y por lo que he leido, andas un poco "morriñosa" que diria una compañera de trabajo que acaba de llegar de Galicia.
A veces te leo, pero hoy te he dejado rastro.
Animo
El valor de la familia es lo que hay que mantener.
Besos
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