El triste amor que no llama hoy a mi puerta
no llamará mañana lo sé,
porque he quitado
toda campana, todo timbre y aldabón
para no oírlo llegar.
Para no correr a abrirle, una vez más,
las puertas de esta casa
que es el templo en que me escondo
a lamerme las heridas del último que llamó
y fue atendido
como si no fuera a irse jamás.
Pero ahora no está aquí, se ha ido.
O tal vez yo misma lo haya echado,
¿qué más da?
No hay amor contenido en esta casa,
no hay amor esperado, ni perdido
porque, seguramente, no haya habido amor hallado,
sólo espejismos frente a los que me he desnudado
cegada por un reflejo que nunca ha existido.
2 comentarios:
AUNQUE CIERRES VENTANAS Y QUITES ALDABONES, CUANDO LLEGUE EL AMOR NUEVAMENTE A ANIDAR EN TU CORAZÓN LO OIRAS EN EL SUSURRO DEL VIENTO Y EN LA FRAGANCIA DEL MAR. UN BESIN DE ESTA ASTURIANA CON TODO MI CARIÑO QUE DESEA QUE PRONTO OIGAS SUSURRAR AL AMOR EN TU CORAZÓN.
Tus deseos me encantan!!!! Gracias por dejar en mi casa tus palabras... No habrá timbres, ni campanas ni aldabones pero mis puertas siempre están abiertas ;)
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