Hay personas que viven en un estado de permanente mentira, con todo y con todos. Mienten permanentemente. Me pregunto si hasta con ellos mismos. Me pregunto si después de mentir tanto saben distinguir entre lo que venden y lo que realmente poseen. Me pregunto si mienten porque, en realidad no poseen nada, porque se piensan huecos.
La mentira es una habilidad que utilizan para obtener una cosa que entienden que, por derecho propio, no les sería dada. Y, la mayoría de las veces, creen que no existe otra manera de conseguir las cosas y la utilizan para todo. Ellos en sí mismos son una gran mentira.
Podemos observar su rostro, oír el ruido que hacen sus voces, ver como se mueve su cuerpo y sentir que, debajo de todo eso, no hay nada. Como una enorme y macabra máscara que acaba por adueñarse de ellos y no pueden quitársela ni aún estando a solas. Terminan mirándose al espejo y viendo una apariencia que no reconocen, que no son. Pero es que ya ni siquiera saben quienes son.
Entre lo que venden y lo que poseen, eligen lo que venden porque están seguros de que no poseen nada. Pero es imposible que nadie posea nada. Es más, todos poseemos todo, porque poseemos la posibilidad, la diferencia está en creer. Pero ¿quién cree después de tanto mentir?
Lo opuesto sería se consecuente que, según el diccionario de la Real Academia Española, se trata de “…una persona cuya conducta guarda correspondencia lógica con los principios que profesa."
Es decir, ser consecuente de lo que digo con lo que hago, de lo que hago con lo que soy, de lo que soy con lo que digo.
Pero ser consecuente acarrea consecuencias, principalmente la de escoger una postura y defenderla, hacerla propia con su vida, a pesar de todo. Con lo cual ser consecuente requiere coraje, lo que deja en evidencia que quienes mienten son cobardes puesto que necesitan esa máscara en la que esconderse detrás. Porque se reconocen equivocados desde el principio, se reconocen incapaces, se reconocen inútiles y sin posibilidades… ¿se reconocen?
El engaño, la falacia, la treta, la MENTIRA, deja al descubierto, sin que ellos lo adviertan, su propia inseguridad y con ello sus carencias y la ausencia total y absoluta de amor propio, algo que no se compra…
La mentira es una habilidad que utilizan para obtener una cosa que entienden que, por derecho propio, no les sería dada. Y, la mayoría de las veces, creen que no existe otra manera de conseguir las cosas y la utilizan para todo. Ellos en sí mismos son una gran mentira.
Podemos observar su rostro, oír el ruido que hacen sus voces, ver como se mueve su cuerpo y sentir que, debajo de todo eso, no hay nada. Como una enorme y macabra máscara que acaba por adueñarse de ellos y no pueden quitársela ni aún estando a solas. Terminan mirándose al espejo y viendo una apariencia que no reconocen, que no son. Pero es que ya ni siquiera saben quienes son.
Entre lo que venden y lo que poseen, eligen lo que venden porque están seguros de que no poseen nada. Pero es imposible que nadie posea nada. Es más, todos poseemos todo, porque poseemos la posibilidad, la diferencia está en creer. Pero ¿quién cree después de tanto mentir?
Lo opuesto sería se consecuente que, según el diccionario de la Real Academia Española, se trata de “…una persona cuya conducta guarda correspondencia lógica con los principios que profesa."
Es decir, ser consecuente de lo que digo con lo que hago, de lo que hago con lo que soy, de lo que soy con lo que digo.
Pero ser consecuente acarrea consecuencias, principalmente la de escoger una postura y defenderla, hacerla propia con su vida, a pesar de todo. Con lo cual ser consecuente requiere coraje, lo que deja en evidencia que quienes mienten son cobardes puesto que necesitan esa máscara en la que esconderse detrás. Porque se reconocen equivocados desde el principio, se reconocen incapaces, se reconocen inútiles y sin posibilidades… ¿se reconocen?
El engaño, la falacia, la treta, la MENTIRA, deja al descubierto, sin que ellos lo adviertan, su propia inseguridad y con ello sus carencias y la ausencia total y absoluta de amor propio, algo que no se compra…
1 comentario:
Cuánta razón tienes! Es cierto que la mentira deja al descubierto su propia inseguridad y con ello sus carencias...
En mi caso es un compañero de trabajo y ha sido así. Creo que se siente inseguro con lo que hace por lo que siempre está a la defensiva, diciendo que hace cosas que no hace, por temor al qué dirán. No entiende que nadie nace sabiéndolo todo, estamos para aprender y no sé... parece que no quiere que le ayudemos. Se hace el autosuficiente cuando a veces viene muy bien que te echen una mano. Personalmente nunca dudo a la hora de pedir consejo y, si alguna vez puedo darlo o ayudar, lo hago encantada... En fin, con esta persona he dado el caso por perdido, creo que no me escucha así que me he rendido... :(
Esto en el tema laboral, porque en los demás, principalmente en el sentimental, últimamente he tenido unos cuantos ejemplos de mentiras incomprensibles que me darían para escribirte una entrada como la de tu blog! :S
De todas formas me ha encantado!
Mil gracias!!!
Tere
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