Una vez le preguntaron a Gandhi qué era lo que a él le sorprendía más de la humanidad y Gandhi respondió:
"Los hombres y las mujeres,
que pierden la salud para juntar dinero
y luego pierden el dinero para recuperar la salud;
y que por pensar ansiosamente en el futuro
olvidan el presente,
de tal forma que acaban por no vivir ni el presente
ni el futuro,
viven como si nunca fuesen a morir
y mueren como si nunca hubiesen vivido".
La vida de Mahatma Ghandi ilustra como la revolución interior de un sólo individuo puede ayudar a lograr un cambio en el destino de una nación y permitir un cambio en toda la humanidad.
Siendo niño era dolorosamente tímido. Siempre estaba preocupado porque la gente lo iba a ridiculizar. Aún después de aprobar sus exámenes como abogado seguía siendo tímido. Cuando se levantó para presentar sus argumentos de apertura en su primer caso en tribunales, su mente se puso en blanco por los nervios y tuvo que abandonar el tribunal.
Pero un cambio importante ocurrió mientras se encontraba en Sudáfrica, donde los hindúes residentes enfrentaban una severa discriminación. Gandhi iba viajando en un vagón de primera clase en un tren, cuando se le ordenó moverse al vagón de carga. Él se rehusó, y eventualmente fue forzado a salir del tren. En la sección de espera en la estación, Gandhi permaneció despierto toda la noche, debatiéndose entre regresar a la India o soportar las dificultades que acarrearía el asumir una posición y luchar por los derechos humanos. Finalmente comprendió que sería cobardía huir de sus temores y desechar a la gente que estaba siendo discriminada como él lo había sido.
A partir de ese momento, Gandhi se enfrentó de lleno con su naturaleza tímida y la retó, determinado a vencer la injusticia. Su cambio interno fue la chispa originadora de uno de los más grandes desarrollos del siglo veinte: el movimiento para el cambio social por medio de la no-violencia.
Mahatma Gandhi declaró: “La alegría reside en la lucha, en el intento, en el sufrimiento que esto acarrea, y no, en la victoria en sí”.
Permítanme contarles un incidente sucedido cuando el Mahatma Gandhi luchaba por los derechos humanos en Sudáfrica. Gandhi buscaba revocar una ley muy controvertida que exigía el registro de todos los asiáticos. [Esta Ley, promulgada en 1907, exigía que todos los indios mayores de ocho años, residentes en Sudáfrica, se inscribieran en un registro, donde se les tomaban las huellas dactilares y se archivaban sus antecedentes. También los obligaba a portar un carné que los identificaba como residentes asiáticos. Quien desobedecía la Ley se exponía a pesadas multas, encarcelamiento, revocación de la residencia y, en última instancia, podía ser deportado.]
Gandhi se dirigió directamente al general que estaba al frente del país y le dijo: "He venido a comunicarle que voy a luchar contra su gobierno".
Era un hombre de verdadero coraje. Es la única forma de luchar contra la injusticia.
El general echó a reír despectivamente y respondió: "¿Así que vino hasta aquí para decirme eso? ¿Hay algo más que quiera comunicarme?".
"Sí", agregó Gandhi con tono resuelto. "Voy a ganarle".
¡Qué declaración maravillosa! Ya había decidido el resultado de su contienda. Así que, desde el punto de vista de la decisión, la victoria ya era suya.
El general, intrigado, le preguntó: "Muy bien. ¿Y cómo piensa lograrlo?".
Gandhi sonrió y dijo: "Con su ayuda".
Fiel a su anuncio, Gandhi logró convertir a ese general en aliado de su causa. Se ganó su respeto a fuerza de mostrar coherencia, integridad y valor. Y, finalmente, logró hacer que revocaran la ley. Es una historia real. [Gracias a la larga lucha no violenta de Gandhi, durante la cual afrontó gustoso el encarcelamiento, la ley fue repudiada, y la legislación incorporó los derechos civiles fundamentales de los indios a partir de 1914.]
¡Qué osadía, qué espíritu, qué optimismo exhibió Gandhi!
El 30 de enero de 1948 asesinarona a Gandhi. ¿Cuál fue la preocupación más ardiente del Mahatma, en los ultimos años de su vida, antes de que lo mataran? La India, finalmente, había logrado la independencia meses antes [en agosto de 1947]. Gandhi sentía, entonces, la necesidad de crear una estructura capaz de echar raíces en la comunidad, que prestara servicio al pueblo, para alcanzar las metas de la independencia social, moral y económica. Insistía en que las autoridades tomaran contacto personal con cada campesino y ciudadano, dentro de su jurisdicción. Gandhi era el primero en servir a la comunidad en que vivía. Esta tarea fue una de sus últimas aspiraciones.
Gandhi escribió: "Creo en la verdad implícita de que el hombre puede servir a sus vecinos y a la humanidad al mismo tiempo, a condición de que ese servicio a los vecinos no sea excluyente o egoísta. [...] Los vecinos entenderán, entonces, el corazón con que ese servicio se lleva a cabo. También sabrán que el mismo servicio a la comunidad es lo que se espera de ellos. Visto así, [el servicio a los vecinos] se difundirá como una proverbial bola de nieve, que irá cobrando fuerza en progresión geométrica hasta abarcar la Tierra entera".
Pero un cambio importante ocurrió mientras se encontraba en Sudáfrica, donde los hindúes residentes enfrentaban una severa discriminación. Gandhi iba viajando en un vagón de primera clase en un tren, cuando se le ordenó moverse al vagón de carga. Él se rehusó, y eventualmente fue forzado a salir del tren. En la sección de espera en la estación, Gandhi permaneció despierto toda la noche, debatiéndose entre regresar a la India o soportar las dificultades que acarrearía el asumir una posición y luchar por los derechos humanos. Finalmente comprendió que sería cobardía huir de sus temores y desechar a la gente que estaba siendo discriminada como él lo había sido.
A partir de ese momento, Gandhi se enfrentó de lleno con su naturaleza tímida y la retó, determinado a vencer la injusticia. Su cambio interno fue la chispa originadora de uno de los más grandes desarrollos del siglo veinte: el movimiento para el cambio social por medio de la no-violencia.
Mahatma Gandhi declaró: “La alegría reside en la lucha, en el intento, en el sufrimiento que esto acarrea, y no, en la victoria en sí”.
Permítanme contarles un incidente sucedido cuando el Mahatma Gandhi luchaba por los derechos humanos en Sudáfrica. Gandhi buscaba revocar una ley muy controvertida que exigía el registro de todos los asiáticos. [Esta Ley, promulgada en 1907, exigía que todos los indios mayores de ocho años, residentes en Sudáfrica, se inscribieran en un registro, donde se les tomaban las huellas dactilares y se archivaban sus antecedentes. También los obligaba a portar un carné que los identificaba como residentes asiáticos. Quien desobedecía la Ley se exponía a pesadas multas, encarcelamiento, revocación de la residencia y, en última instancia, podía ser deportado.]
Gandhi se dirigió directamente al general que estaba al frente del país y le dijo: "He venido a comunicarle que voy a luchar contra su gobierno".
Era un hombre de verdadero coraje. Es la única forma de luchar contra la injusticia.
El general echó a reír despectivamente y respondió: "¿Así que vino hasta aquí para decirme eso? ¿Hay algo más que quiera comunicarme?".
"Sí", agregó Gandhi con tono resuelto. "Voy a ganarle".
¡Qué declaración maravillosa! Ya había decidido el resultado de su contienda. Así que, desde el punto de vista de la decisión, la victoria ya era suya.
El general, intrigado, le preguntó: "Muy bien. ¿Y cómo piensa lograrlo?".
Gandhi sonrió y dijo: "Con su ayuda".
Fiel a su anuncio, Gandhi logró convertir a ese general en aliado de su causa. Se ganó su respeto a fuerza de mostrar coherencia, integridad y valor. Y, finalmente, logró hacer que revocaran la ley. Es una historia real. [Gracias a la larga lucha no violenta de Gandhi, durante la cual afrontó gustoso el encarcelamiento, la ley fue repudiada, y la legislación incorporó los derechos civiles fundamentales de los indios a partir de 1914.]
¡Qué osadía, qué espíritu, qué optimismo exhibió Gandhi!
El 30 de enero de 1948 asesinarona a Gandhi. ¿Cuál fue la preocupación más ardiente del Mahatma, en los ultimos años de su vida, antes de que lo mataran? La India, finalmente, había logrado la independencia meses antes [en agosto de 1947]. Gandhi sentía, entonces, la necesidad de crear una estructura capaz de echar raíces en la comunidad, que prestara servicio al pueblo, para alcanzar las metas de la independencia social, moral y económica. Insistía en que las autoridades tomaran contacto personal con cada campesino y ciudadano, dentro de su jurisdicción. Gandhi era el primero en servir a la comunidad en que vivía. Esta tarea fue una de sus últimas aspiraciones.
Gandhi escribió: "Creo en la verdad implícita de que el hombre puede servir a sus vecinos y a la humanidad al mismo tiempo, a condición de que ese servicio a los vecinos no sea excluyente o egoísta. [...] Los vecinos entenderán, entonces, el corazón con que ese servicio se lleva a cabo. También sabrán que el mismo servicio a la comunidad es lo que se espera de ellos. Visto así, [el servicio a los vecinos] se difundirá como una proverbial bola de nieve, que irá cobrando fuerza en progresión geométrica hasta abarcar la Tierra entera".
4 comentarios:
Maga, estas verdades y esta sencillez me temo que están tan lejos de la graaaan mayoría y son tan incomprendidas, a propósito, posiblemente, que es como predicar ante sordos y sin signos...
Es cierto que vivimos para amasar dinero y nos morimos sin vivir.
un beso
Gracias por refrescarme un poco la memoria. A veces tendemos a olvidar lo más importante.
Saludos.
Él fue un ejemplo de coherencia, de lucha, de perseverancia.
Al leer tu post, me ha venido al recuerdo que, cuando conseguí mi primer trabajo, hace la friolera de 35 años, había que realizar unos ejercicios obligatorios y una redacción con tema libre. La mía llevaba el título: "Gandhi y la no violencia". Fue esa redacción la que decidió que el trabajo fuera para mí. Es sólo una anécdota, pero elegí el tema por la importancia del personaje al que siempre he admirado.
Un saludo
Maga
realmente grandioso todo lo que publicas en tu blog, esa sencillez y magia que tienes!
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