Necesito un hombre
que me acomode
las urgencias y las ansiedades,
en el hueco de su brazo,
donde se encuentra la calma.
Que sea capaz
de seguir mi ritmo
de seguir mi ritmo
cuando, como saltimbanqui,
me muevo de un tema a otro
sin alternar en respiros.
Que sepa decirme,
solamente,
que todo va a estar bien,
sin intentar que yo entienda nada,
cuando siento que mi mundo se derrumba.
Que confíe en mí
como para estar de mi parte,
aún cuando no sepa muy bien
por qué hago lo que hago.
Que me ame
como se ama a sí mismo.
como se ama a sí mismo.
Porque, ante todo,
deberá saber amarse,
aceptarse y aceptarme,
sin miedos y sin tapujos,
con vulnerabilidades
y sin ellas,
con lo que traigo
y lo que me falta.
Que me ame madre
y que me ame niña.
Que me quiera loba,
cuando nos adentramos
a jugar en nuestro bosque.
Que esté dispuesto a aprender
y a enseñarme.
Que no le importen la razón,
ni los premios,
ni los ojos ajenos,
pero que sí
sepa hablarme con los suyos
y leer los míos.
Y por último,
que se olvide de todo esto
que acabo de enumerarle
y sea él mismo,
así,
como yo lo amo.
como yo lo amo.
2 comentarios:
Un interesante poema solicitando un virtuoso varón
Veo que pones el listón muy alto.
El hombre perfecto no existe, ni la mujer perfecta tampoco, por ese motivo yo me conformo con que sea buena persona y que me quiera mucho.
Un saludo
Soy un hombre de 24 años, no se como llegue a esta pagina, pero todo pasa por algo, Tu poema es interesante y placentero, todo, de principio a fin. Me ayuda a entender a las mujeres y comprender que esperan de nosotros los hombres. Estamos para complacerlas pero tenemos que entender que es lo que desean sin preguntarselos. He ahi la complejidad de la mujer!
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