Castillo de naipes de Jean-Baptiste
Chardin (1699 – 1779) 
   Óleo sobre lienzo
de 1737
   Sin embargo, pretendes que sea mentira cuando digo que
te amo 
   para que no se derrumbe 
   el castillo de naipes de tu martirio.
   A veces no quiero saberme las reglas del juego para
seguir sintiendo... 
   Y creer que voy ganando.
   Mírame. Soy mala. Soy muy mala... Mintiendo.
   Cuando no me prestas oídos para escucharme, escribo. 
   Es entrarte por los ojos. 
   Es entrarte por narices.
   Le escribo al amor para sentirme viva... 
   Que no al tuyo.
   Si no le escribiría a la muerte para que viniera a
buscarme.
   Pero a veces se te olvida que las palabras son la
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