Anton Senkou - Mujer y máquina de escribir
En el Día Internacional de la Poesía.
Toda promesa es una invitación a la esperanza. Regalar esperanza es regalar vida que, aunque huela a futuro, se saborea en presente…
A punto de morir por abrazarte, diluí tu imagen en palabras para digerir el veneno de no tenerte.
Mis letras se transformaron en la piel que no puedo darte... Piel de pollo para el alma porque la sopa se la tomo otro.
Serás el coautor de mis poemas pero nadie lo sabrá... Cómplice de los sentimientos que escribo...
Y recitaré tu nombre en cada palabra cuando, simplemente, diga amor...
Y me desnudaré letra a letra, aún más que si me quitara la ropa.
El momento más oscuro del día es el que precede al alba. El momento más frío del alma, es el que precede a la primavera.
Si la tierra se mueve, los mares se agitan, la luna se acerca y se agranda... ¿Cómo mantenerme al margen de semejante vaivén?
Una luna que se agranda orgullosa para jugar con mis emociones... No puedo más que ceder a su brillo...
Y fue la misma luna la que vio hundirse al Titanic. Como cuando mi pecho chocó contra tu iceberg y, mientras me hundía, los músicos seguían tocando.
Esperando tu risa, me teñí de tristeza... A veces llega la tristeza y me habita sin ser invitada. Esa maldita inoportuna a la que una vez le di las llaves.
El girasol no entiende de nubes, ni quiere entender.
Y es que la receta de la felicidad lleva, aunque no lo creas, una pizca de melancolía... Es la que la transforma para que siga viviendo.
Se acerca sigilosa, la mujer esqueleto, haciendo brillar su calva. Busca amor, como todos y, como todos, da miedo.
Sabemos que existe la merma, pero nunca estaremos lo suficientemente preparados para recibirla...
Exprímeme el pecho y escurriré lágrimas.
A veces viene bien cortar cebollas para acelerar los procesos. Y, como no existen sentimientos ni buenos ni malos, vivo los que me llegan. Y, con ellos y a pesar de ellos ¡VIVO!
Cada tanto, necesito viajar al centro de mi tierra a recuperar versos perdidos...
M(e)edito entre letras...
Si se me tuerce la alegría la enderezo con el abecedario, transformando un sentimiento en poesía como un alquimista de las palabras.
Como concebir en letras y morir con ellas.
Escribo para sanar...
Escribo para respirar en letras cuando me falta el aire.
Escribo cuando las palabras me sobran en la boca...
Escribo para escurrir lo que sobra... Y construir lo que falta...
Escribo para grabar recuerdos... y escribo para borrarlos.
Escribo para encontrarme... Y a veces, escribo para perderme...
Escribo para escucharme...
Escribo para sacudirme... y, si puedo, para sacudirte a ti también.
Porque escribiendo... SOY.
1 comentario:
Extraordinario ¡Genial! Me encantó. Gracias por compartir esta belleza.
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