De algo hay que morir

Y si se muere, que sea de amor.
Y que podamos morir de amor cada día, al caer el sol.
Alguien dijo, "ama hasta que te duela".
Ama hasta que el enfado se transforme en carcajada.
Ámate en el fondo de tus tripas apretujadas, para que el amor las desenrede.
Ama el miedo que se esconde detrás de las caras del olvido.
Ama la resaca que te dejan los silencios absurdos.
Amando desharás las trampas del tiempo.
Enhebra entre tus dedos una malla de amor puro en donde caigan rendidas las razones.
Ama lo que has visto y también lo que desconoces, porque el amor engendra prodigios y desaparece las ausencias.
Y ama, además, porque amando no queda tiempo para hacer otra cosa.
"De algo hay que morir", dijo el gato y se enamoró por séptima vez.