Las madres han sido
hechas para expulsarte,
del útero y del hogar.
No hemos venido a
permanecer en ellas,
humano es pues su rechazo,
que también es el nuestro.
Que es el nido y que es el ave,
el huevo y el polluelo.
Alguien tiene que empujarte
al abismo, que es la vida.
Madres que te expulsan,
en el recelo y la hartura.
Abre sus piernas y te expulsa,
abre tus alas.
Y sin embargo nunca deja de ser
útero, nido, huevo, hogar.
Te persigue en la piel.
Porque eres tu.
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