En fin, si me hacían esta pregunta hace un año, seguramente, no hubiera dudado en responder que volvería a nacer mujer, pero no una cualquiera sino una de irresistible carisma, sabiduría y virtud capaz de dar y recibir amor y felicidad.
Me gusta observar a la gente. Empecé por mis padres, luego mis amigos, los compañeros de trabajo, las parejas que pasaron por mi lado y un largo etcétera de personas que se cruzan por mi vida a diario, sin hablar de aquellos que, obligatoriamente, se aparecen una y otra vez en la tele como si de verdad se tratase de una caja tan pequeña en la que no caben más personajes que siempre los mismos…
De algunos escojo un atributo que me gusta y que quisiera hacer mío, de otros nada, ni eso, porque de tanto observar aprendes que muchos esconden sus miedos, carencias y miserias detrás de una careta que los defiende de sí mismos y te muestran sólo lo que quieren que veas. Por suerte todavía hay muchas personas auténticas, sinceras, humanas y felices que luchan contra las máscaras que el resto quiere imponerles.
Es que por aprender, aprendí que la gente no es como viste, ni lo que tiene y, lamentablemente muchas veces, tampoco es lo que dice…
Cada uno es lo que elige ser desde que nace, como responsable de las decisiones que toma a cada instante y sin poder echarle la culpa a los demás. Cada uno es tan grande como sus sueños y tan fuerte como su lucha por conseguirlos. Sin máscaras, sin excusas.
¡Por eso hoy elijo volver a ser quien soy y en quien me convierto cada día y a ti te deseo lo mismo!
Me gusta observar a la gente. Empecé por mis padres, luego mis amigos, los compañeros de trabajo, las parejas que pasaron por mi lado y un largo etcétera de personas que se cruzan por mi vida a diario, sin hablar de aquellos que, obligatoriamente, se aparecen una y otra vez en la tele como si de verdad se tratase de una caja tan pequeña en la que no caben más personajes que siempre los mismos…
De algunos escojo un atributo que me gusta y que quisiera hacer mío, de otros nada, ni eso, porque de tanto observar aprendes que muchos esconden sus miedos, carencias y miserias detrás de una careta que los defiende de sí mismos y te muestran sólo lo que quieren que veas. Por suerte todavía hay muchas personas auténticas, sinceras, humanas y felices que luchan contra las máscaras que el resto quiere imponerles.
Es que por aprender, aprendí que la gente no es como viste, ni lo que tiene y, lamentablemente muchas veces, tampoco es lo que dice…
Cada uno es lo que elige ser desde que nace, como responsable de las decisiones que toma a cada instante y sin poder echarle la culpa a los demás. Cada uno es tan grande como sus sueños y tan fuerte como su lucha por conseguirlos. Sin máscaras, sin excusas.
¡Por eso hoy elijo volver a ser quien soy y en quien me convierto cada día y a ti te deseo lo mismo!
4 comentarios:
Hola, me ha gustado muchisimo tu articulo, ayer mismo estube pensando algo parecido, es asombroso, no se si conoces a James Redfield, te lo recomiendo, veo mucha sensibilidad y luz en tus palabras, enhorabuena por pensar asi.
Seguire leyendo tu blog.
muchas gracias.
http://davidlacarra.blogspot.com/
Hola Maga!!!!,qué preciosas palabras la verdad es que comparto contigo todo lo que dices en ellas,son emocionantes de verdad,he estado leyendo tu blog y me ha encantado,espero que sigas escribiendo y que podamos leerlo.Mucho ánimo para todo en la vida y un beso muy fuerte de un vecino de Logroño
Para qué quieres ser otra persona? eso representaría tomar sus virtudes pero también sus defectos. Y como ya dicen... más vale malo conocido... así que mejor es ser uno mismo con lo bueno y con lo malo, trabajarlo cada día y sentirse bien con lo que se hace, se dice, se sueña y se vive.
Besos.
Eva: Yo no quiero cambiar de persona... si te das cuenta al final dice que yo elijo volver a ser quien soy y en quien me convierto cada día, porque día a día crecemos y mutamos nuestras pieles... Así que concuerdo contigo desde antes.. Un saludo!!
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